El proyecto humano se inicia en el momento mismo de la fecundación y, el día del parto, tiene lugar la cimentación de este proyecto. Cada ser humano es una unidad de cuerpo, cerebro, mente, un Yo
y un alma, espíritu u estructura energética, como lo queramos llamar.
El correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso es la base física del desarrollo
humano. A menudo observamos que nuestro hijo presenta dificultades de aprendizaje, es un niño de necesidades educativas especiales, presenta discapacidad sensorial, psíquica, motora,
multifactorial; y nos hacemos estas preguntas:
¿Nuestro hijo tiene un problema neurológico?, ¿es la edad neurológica igual a la edad
cronológica?
Debemos saber que la respuesta del niño no es la adecuada porque su SNC no puede dar otra respuesta.
Desde el momento de la concepción hasta el primer año de vida las áreas más básicas y primitivas del cerebro humano están funcionando y madurando; este proceso del desarrollo del niño debe seguir una secuencia ordenada sin saltarse ninguna etapa del desarrollo Neuro- Senso- Psico –Motor.
Cada niño tendrá un tiempo y una velocidad de desarrollo distinta, por tanto, la edad debe tomarse como una referencia. Nuestro afán de estimulación no debe interferir en el orden jerárquico. No debemos dar prioridad a las funciones más evolucionadas, estas son posteriores y necesitan sustentarse en las primitivas.
La Estimulación Neurofuncional modifica la estructura del cuerpo para reorganizar el Sistema Nervioso y, modifica de manera directa la organización del Sistema
Nervioso Central. Pues el cerebro está detrás de todo aprendizaje, por lo que una desorganización neurofuncional muchas veces es el origen de:
- Problemas de adaptación a la escuela infantil
- Trastornos psicomotrices
- Desorganización espacio-temporal
- Ineficacia y bloqueo de los sistemas visual y auditivo
- Trastorno de la coordinación
- Alteraciones del lenguaje
- Estrés infantil
- Alteración del desarrollo la lateralidad
- Trastornos de la atención (TDA)
- Hiperactividad (TDAH)
- Dislexia, Disgrafía y Discalculia…
Uno de los objetivos del desarrollo neurofuncional es llegar a activar los dos hemisferios
cerebrales al máximo y que el cuerpo calloso establezca la comunicación interhemisferica para que funcionen de manera integrada, como una unidad.